Negación de los encantos,
…viajo en esos pequeños instantes
en los que él cierra sus ojos.
Cuando su respiración
se vuelve acompasada
con su diminuto ronquido.
Respiro de su aliento.
Su mirada es más reluciente
antes de dormirse.
Cuando sus párpados se relajan
se puede ver el cansancio acumulado.
No dura mucho esos momentos.
Robárselo al insomnio es una guerra continua.
Es difícil que concilie el sueño,
pero cuando eso pasa…,
podría jurar que mis latidos se aceleran.
Escuchar su resoplido, observarlo relajarse,
me da serenidad y eso mismo es lo que le transmito.
Le beso los labios justo antes de que despierte,
con esperanza que el insomnio desaparezca.
El amor incondicional reflejado en tus versos. Pura ternura.
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También existe el encanto en un instante silencioso y en un impasse calmado, más para el que observa que el observado. Bello tu poema como siempre. Un abrazo.
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Y a pesar del cansancio estos versos revelan una profunda comprensión. Un beso.
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