Ella, entra en la oscuridad de su ser.
Tanta luz de fondo la deslumbra
es por eso que se voltea con la mirada
confusa e inquieta hacia el espejo.

Le rugen las entrañas,
se sostiene en el abrazo amoroso…,
su corazón palpita, al igual que cuando baila.
No hay movimiento es la profundidad de su esencia,
rasgando sus adentros pidiéndole más…
Esa sensaciones que por primera vez
encuentra en ella, y solo le pertenecen a su ser.
Tantos años…, de búsquedas sin embargo,
estaba ahí solo necesitabas detenerse frente al espejo.
Tiene un festejo de emociones y sensaciones.
Se derrumbó…, gimen sus adentros reclamando.
Llega gateando una vez más al espejo,
mordiéndose los labios hasta doler tocando su rostro,
diciendo esa “soy yo”.
Vuelve a abrazarse…., se va despejando la bruma,
que le impedía ver su verdad.
Su cuerpo deja de parecer una noche sin luna.
Escucha la música de su sentir,
contonea su cuerpo, se deleita con el sol.

La brasa de sus latidos femeninos impregnan su piel.
Siente cada contoneo, cada paso…,
se re~conoce en la abundancia y expansión.
Desde este instante empezó a trazar su brújula interior;
hace su manifiesto más profundo y honesto.
Celebra su vida…, como si bailara un tango.
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Fotografías de Gladys